Peeling Médico
Un peeling es un tratamiento que tiene como finalidad retirar las capas inservibles y dañadas de la piel, dejando el rostro con un aspecto renovado, mucho más hidratado y de aspecto jugoso. Existen 2 tipos principales de peeling (según la profundidad de acción): los superficiales (incluidos peelings antes llamados «intermedios») y los profundos. Los peelings superficiales son los más usados y como su nombre lo indica, actúan sobre capas superficiales e incluso capas intermedias de la piel y se realizan de forma ambulatoria en la consulta médica; los peelings profundos se usan con mucho menos frecuencia que los superficiales, actúan en capas más profundas e incluso a nivel de la unión dermoepidérmica y requieren el ingreso hospitalario del paciente para su realización en un quirófano bajo monitorización y medidas de apoyo anestésico.
El Peeling Médico es un tratamiento con productos médicos y coordinado por un equipo médico, que tiene el propósito de renovar las capas de la piel (generalmente las capas más superficiales y en algunos casos incluso las capas más profundas). Con este tratamiento buscamos corregir diferentes alteraciones de la piel como: deshidratación y poca luminosidad, hiperpigmentaciones y manchas, acné y sus secuelas, arrugas leves o poco profundas, y las marcas provocadas por el paso del tiempo.
Es un tratamiento que se aplica de forma tópica siguiendo un protocolo médico estandarizado, y se usa un tipo de sustancias (o una mezcla de ellas) que penetran en la epidermis con el objetivo de renovar las capas superficiales de la piel, además de proporcionar un estímulo a la dermis para renovar sustancias formadoras de colágeno. El tiempo de aplicación no suele ser superior a los 15 min, y realizándolo personal cualificado no presenta ningún efecto secundario.
La piel comienza a renovarse desde el mismo día del tratamiento hasta incluso unos días después, experimentando el paciente una sensación de «piel despellejada». De esta forma el paciente ve cómo la piel vieja y dañada se va cayendo poco a poco y deja paso a capas con células más nuevas, con más vitalidad. La piel se nota más lisa y más tersa.
Es un tratamiento indoloro que no requiere anestesia. Después del mismo, el paciente puede continuar con su vida normal inmediatamente después de la realización del tratamiento.