La lipodistrofia escleroatrófica es un trastorno de la piel que afecta la distribución y la calidad del tejido celular subcutáneo, produciendo la llamada celulitis (o también llamada «piel de naranja»). Con la mesoterapia corporal se busca estimular el metabolismo para ayudar a eliminar la grasa localizada y reducir la celulitis de forma efectiva e indolora.

En Ágape ofrecemos este tipo de tratamiento mediante una técnica no invasiva que por vía intradérmica introduce medicamentos naturales destinados a reducir la grasa localizada y corregir los defectos del panículo adiposo, dando a la piel un aspecto homogéneo y más firme.

Durante el tratamiento es recomendable seguir las recomendaciones de su equipo médico (como una dieta baja en grasas, evitar el alcohol y beber una gran cantidad de agua), para ayudar a eliminar las toxinas y los productos de degradación resultantes del remodelamiento de las células grasas (los adipocitos).

Los efectos de las sesiones son acumulativos, por lo que los resultados se empiezan a notar a partir de la tercera y cuarta sesión. Como beneficio adicional, además de mejorar la celulitis (la llamada «piel de naranja»), proporciona un efecto reafirmante en la zona tratada. También ayuda a combatir la retención de líquidos, estimulando el drenaje linfático y venoso de forma natural y sin complicaciones.

Tras el tratamiento puede aparecer algún pequeño hematoma que desaparecerá al cabo de los días, requiriendo en algunos casos el uso de cremas o ungüentos tópicos anti hematomas. Se pueden realizar masajes drenantes para incrementar los efectos del tratamiento y para estimular la eliminación de los productos de desecho. Beber abundante cantidad de agua después de cada sesión también ayudará a eliminar más fácilmente estos residuos, así como también se recomienda el uso de un sistema compresivo (como fajas o medias compresivas) para minimizar los efectos de la inflamación postratamiento.

La mesoterapia corporal tiene las mismas contraindicaciones que otros tratamientos inyectables: mujeres embarazadas o en periodo de lactancia, pacientes seropositivos, personas con cáncer o alguna enfermedad metabólica no controlada, pacientes con alteraciones de la coagulación sanguínea, personas con infección cutánea activa o alergia a alguno de los componentes que se administran.

La técnica no requiere anestesia, pero algunos casos pueden beneficiarse del uso de anestésicos tópicos previo al tratamiento. Los resultados se notan desde la 3 – 4 sesión, y las sesiones se realizan con un intervalo unas 4 semanas entre ellas. Los efectos pueden llegar a mantenerse de forma prolongada en el tiempo si se siguen correctamente las indicaciones proporcionadas por su equipo médico.